sábado, 7 de marzo de 2015

Jesucristo vs La Virgen de Guadalupe

El pueblo mexicano ha sido uno muy especial, durante muchos años, con una forma de pensar, sentir y con tradiciones tan arraigadas, que a los españoles, franceses y norteamericanos les fue imposible arrancarlas de la escencia del mexicano; pero con la descomposicion social que llevamos desde hace algunos años, las cosas han cambiado radicalmente, el mexicano se ha vuelto egoista, ha olvidado buena parte de sus tradiciones y la sociedad se ha vuelto mucho mas violenta.

Tradicionalmente la sociedad mexicana era maternalista, nuestras principales deidades eran femeninas, de Coatlicue a La Señora de San Juan de los Lagos, siendo la principal la Virgen de Guadalupe. En realidad en Mexico siempre se tuvo que usar un Catolicismo modificado, porque la poblacion no estaba dispuesta a dejar sus valiosas tradiciones culturales, y al final llegamos a un Catolicismo propio, muy diferente al del resto del mundo, mas intimo, mas puro y en cierto sentido mas rico.

Pero en la decadencia de nuestra sociedad, todo se ha alterado, ahora las nuevas sectas propugnan por un abandono en favor de una figura modificada de Jesucristo y de un Dios Vengativo y violento, mas pensado en atemorizar a los nuevos conversos que en proporcionar un manto de cariño al que estaba acostumbrada la sociedad, ¿o que me dicen de las escalofriantes figuras de la Santa Muerte?

Las razones de este cambio son muchas, la principal, la caida de la Iglesia Catolica, que esta mas preocupada por satisfacer sus perversiones; particularmente sus ambiciones de poder economico, que del alma de los mexicanos, que ha sido dejada de lado, otra es el abandono de la mujer a la educacion de sus hijos, que ahora crecen sin una guia clara, y finalmente, la gran codicia de las sectas, que estan dispuestas a usar cualquier tecnica de Psicologia Social para traer adeptos y dinero.

Historicamente hablando, el abandono de las antiguas religiones es uno de los elementos que caracterizan la decadencia de las civilizaciones, como los Egipcios y Romanos, ahora parece ser nuestro turno.